Seamos claros, no se trata de una saga que será recordada por sus grandes actuaciones o la complejidad de su guión. La base de estas películas es la acción y, sobre todo, la acción sobre ruedas: autos veloces, persecuciones, carreras, asfalto, carreteras. En resumen, el entretenimiento del espectador y esta sexta entrega cumple completamente con ese objetivo.

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Para la segunda parte, 2 Fast 2 Furious (2003), el único actor que repitió su papel fue Paul Walker mientras que Vin Diesel, que por ese entonces estaba concentrado en The Chronicles of Riddick (2004), sería reemplazado por Tyrese Gibson (Roman Pearce), básicamente se cambio al cara de malo por un bromista antipático. Las protagonistas femeninas, Eva Mendes (Monica Fuentes) y Devon Aoki (Suki), no ayudaron mucho a levantar una producción que trataba de repetir la fórmula de su antecesora pero sin lograrlo. La trama era un poco más elaborada: el FBI recluta a Brian O'Conner para apoyar en la captura de un narcotraficante en Miami, a su vez O'Conner le pide ayuda a su amigo Roman Pearce, juntos y apoyados con la agente encubierta Monica Fuentes enfrentan al villano de turno, Carter Verone (Cole Hauser), también con el apoyo de Tej Parker (Ludacris), un experto mecánico.

Para la cuarta parte, Fast & Furious: New Model Original Parts (2009), regresaban los protagonistas originales: Vin Diesel, Paul Walker, Michelle Rodriguez y Jordana Brewster quienes tenían que enfrentar al narcotraficante Braga (John Ortiz) y su amenazante lugarteniente Fenix (Laz Alonso), aunque contarían con la ayuda de Gisele (Gal Gadot), ex-colaboradora de Braga que decide apoyar a Toretto y O'Brien contra su antiguo jefe. La presencia de estos actores, un guión más cuidado, y las nulas referencias a las dos películas anteriores lograron que la saga se haga mucho más interesante. Las carreras ya no eran simplemente por diversión o frivolidades, sino que se llega a competir por la vida de los protagonistas. Eso sí, las actuaciones poco convincentes siguen siendo la marca de la casa, aunque la acción es más elaborada. Con esta entrega empieza la costumbre de mostrar un adelanto de lo que será la siguiente película.

Fast & Furious 6 llega entonces para cerrar los cabos sueltos dejados por las dos entregas anteriores, de modo que se enlaza, ahora sí, con la tercera y olvidable entrega, cerrando el círculo inconcluso que se había dejado con la misma y dejando en una mejor situación a los protagonistas.
Algo importante que mencionar de esta película es que, a lo largo de sus 130 minutos de duración, realmente te entretiene y te mantiene pegado a ella, algo que no se había logrado del todo en las dos entregas anteriores, las únicas que valían la pena de la saga. Hay más escenas de peleas cuerpo a cuerpo muy bien coreografiadas, con lo que se añade un extra muy adecuado al cine de acción.
Esta última entrega termina por consolidar a la saga como buen cine de acción sobre todo si consideramos el guiño a la siguiente entrega que muestra al próximo antagonista y que es una de las gratas sorpresas de la cinta (siempre ciñéndonos al cine de acción).
Eso sí, hay dos escenas donde la acción ya cae en la absoluta exageración pues el uso de vehículos poco comunes como un tanque y un avión de carga nos parece demasiado, aunque también puede resultar entretenido y hasta refrescante.
En resumen, una película realmente disfrutable y que te hará pasar un buen momento.
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